miércoles, 28 de marzo de 2012

CIENCIAS NATURALES, COMO LA VIDA MISMA

Hay días en que uno se atreve a recordar; a mirar hacia su pasado, hacia su niñez, hacia su adolescencia. Te atreves a intentar sentir aquellas sensaciones que te dieron felicidad, que te hicieron confiar, que te hicieron rendirte, que te hicieron soñar. Días en los que crees que no es suficiente tocar el presente y soñar un futuro sino que necesitas entender porque hoy, eres quien eres.

No es que hoy sea uno de esos días para mi porque el presente me tiene demasiado atrapada, demasiado preocupada y demasiado insegura... pero aun así, he echado una miradita hacia atrás y he recordado las clases de Ciencias Naturales..... añoranza!... la verdad es que el nombre era bastante bonito.

Lo primero que se me ha venido a la cabeza, han sido las personas. Tampoco es extraño, es lo que más me preocupa ahora. Y he recordado una división que no recuerdo a qué respondía pero que, en general, nos dividía en personas, animales y cosas.

Entonces estaba todo muy claro. Las personas eran seres humanos que tenían sentimientos e inteligencia. Los animales, carecían de inteligencia, por supuesto, y también de sentimientos, aunque eran seres vivos. Las cosas carecían de todo, de inteligencia de sentimientos y además no eran seres vivos.

Lo cierto es que si me pongo un poco a pensar, seguro que podría hacer una descripción más técnica, pero no es esa mi intención.

Mi intención era llamar la atención con respecto a la evolución del entendimiento humano con respecto a aquellas simples divisiones.

Ahora, las cosas, como el dinero, han cobrado vida. No sólo es el dueño de nuestros sentimientos sino que además gobierna nuestras vidas y prácticamente es capaz hasta de anular hasta nuestra inteligencia.

Y de los animales, ¡qué os voy a decir! Ya no se duda de su inteligencia y, afortunadamente, nos vamos dando cuenta de que además tienen sentimientos. Sienten el dolor, el miedo, el cariño, la paz.....

Bueno, no os mareo más. Creo que a las personas, habremos de conocerlas nosotros mirándonos a nosotros mismos; pero existen; están ahí.

Vaya! Que estoy segura de que dentro de cada uno de nosotros hay una persona y un ser humano capaz de pensar y de amar.

Post-data: Hoy en tweeter me han llamado comeflores y, estoy pensando... que me está empezando a gustar.

Besos

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